A menudo los puntos de fijación en las instalaciones de escape deportivas y de competición no están o están insuficientemente aisladas térmicamente. El fuerte aumento de temperatura en el soporte se transmite a la goma que, con el aumento de temperatura, pierde considerablemente en su dureza Shore, lo que provoca que se vuelva cada vez más blanda e inestable hasta que finalmente se rompe. En el peor de los casos, con más de +90ºC, el material se vuelve tan blando que prácticamente ya no puede absorber fuerzas. El alto peso de la instalación de escape así como las fuerzas dinámicas que actúan sobre ella resultan exagerados para la goma debilitada por el calor provocando su ruptura. Las piezas de fijación de alto rendimiento de Powersprint son, gracias a las propiedades especiales del material, resistentes a temperaturas de hasta +220° C. De este modo se reduce drásticamente el riesgo de un fallo debido al calor.